Rumba del sábado

Después de meses sin ir a rumbear o como dicen aquí a ballare, el sábado fuimos con unos amigos a mover el esqueleto. Yo que me quejaba tanto que en mi natal Cabimas la vida nocturna da tristeza, que tal que Livorno es Cabimas II, habrán 2 discotecas, y las 2 ni más chinchurrias, así que para ir a una disco más decente toca agarrar carretera mínimo hasta Marina de Pisa, donde queda Pappafico. Ultimamente vamos siempre a esta, quería ir a otra para conocer otro ambiente, pero los amigos con los que fuimos (una chama venezolana y su novio albanés), no sabían de otra disco en esa zona, así que a la final termine en Pappafico again.

Al llegar una concentración de personas esperando que las dejaran pasar (tipo Champions en sus mejores tiempos), que ya te quitaban las ganas de entrar, pero ya que estabas ahí, esperamos, esperamos y esperamos, cuando estábamos llegando a los 20 min de espera, entramos, al entrar tienes 2 opciones, o agarras pa' la izquierda, la zona latinoamericana, donde hay un amplia sala de baile para dar espacio a las mil y un vueltas y coreografías, y a la derecha, la zona house, con música de todo menos latina, y una tercera opción que es la zona playera, discoteca a orillas de la playa pero esta la abren a partir del viernes que viene (que casualidad). Adivinen pa' donde agarre? pa' la derecha, porque con todo y que quería bailar salsa o merengue, es medio pajuo eso de bailar a medias, es decir agarrados de la mano, e intentar seguirle el brinco al italiano cuando lo que me pide el cuerpo es desatarme en esa pista.

En la zona house, hay una barra grande en forma oval en el medio del salón, y una pequeña pista donde todos bailan medio apretujados. En las 2 horas que estuvimos (ese día me había parado temprano, y ya a las 3am el cuerpo me pedía cama), no pude dejar de notar las diferencias de las rumbas venezolanas, y las de aquí. Aquí la gente (la gran mayoría) no va a bailar, va a levantarse a alguien, por ende, ves la disco dividida en las presas y los cazadores, los grupos de muchachas bailando, y los hombres tal cual buitres, dándole vueltas, a ver cual cae, y son tan insistentes que a las chamas no les queda de otra, que dejar el pelero; también están los que casi que hacen una zanja alrededor de la barra, de tantas vueltas que dan. Con todo y que estaba bailando medio abracada con el italiano, veías a los tipos que te miraban con insistencia, como si esperaran que dejaras a tu parejo para irte a bailar con ellos. Además del DJ (que dejaba que desear, dejaba cada canción como 10 min), hay un animador, que intenta mantener a la gente alborotada, y 2 bailarinas explotadas que bailan toda la noche montadas en la barra. Un punto a favor de las rumbas aquí, es que la gente es mas relajada, es decir, baila como se lo pide el cuerpo sin estar tan pendientes de como bailan los demás, muy diferente a las rumbas en Maracaibo, no se me olvida una vez que llegando a Venezuela luego de 3 meses fuera, nos fuimos a Mi ternerita, y cuando pusieron un canción de esas que te hacen brincar de la silla, y empecé a bailar, una amiga me jalo por un brazo y me dijo: "Mira que esto no es Boston", ciertamente, había llegado al lugar donde no es "bien visto" moverse más de la cuenta.

Tri hablando de minifalda=fresca, ese día tenia escote medio revelador, y era como que si con eso les daba luz verde, con todo y que estaba con el italiano. Parece que si sales medio descubierta es porque estas buscando un resuelve, o si ya lo tienes, te toca salir con el burka para no provocarlos.

Antes de irnos pasamos un rato por la zona latinoamericana, donde sin mover los pies bailaban mis caderas y mis hombros, y el italiano "Si quieres bailar vamos a la pista" y yo "no, no importa, total ya nos vamos", me mira mi amiga venezolana y me dice "al menos el lo intenta, este nanai nanai".