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20 septiembre, 2007

Brindo por los grandes

Tenia tiempo sin compartir con ustedes uno de los escritos de mi catire favorito, y hoy me encuentro con esta joya, que me encanto en su primera publicación, y me encanta aun mas en su segunda, ENJOY!


Sexo Sentido

En este momento me encuentro cumpliendo compromisos en el exterior, así que les invito a recordar una de las columnas más controversiales y comentadas a través de mi correo electrónico.

DE OFICIOS Y PARECERES...

"Sentía que tenía el deber de despertar a la gente, ahora sé que debo despertarlos y mostrarles un camino porque de lo contrario se vuelven a dormir" Madonna


LUIS FERNÁNDEZ
luis@luisfernandez.net


Shakespeare decía, y parafraseo, que los grandes son fuente de habladurías para los pequeños.

Yo no puedo estar más de acuerdo. Lo que resulta hoy en día realmente grave es que eso es cierto, incluso cuando los supuestos grandes no son más que gente exitosa que disfruta de lo que es y ejerce a plenitud su vocación.

Para la mayoría, es tanto el trecho que separa lo que hacen y son de lo que realmente sueñan hacer y desearían ser, que reconocerlo sería devastador. De modo que pareciera que no les queda otro mecanismo para reconfortarse y mitigar los niveles de frustración que sentarse a invalidar, sostenidamente, a todos los que osen mostrarles con sus triunfos la aterradora distancia.

Es imperioso, pues, aumentar el número de integrantes del club de los mediocres, de los conformes y resignados, de los que sufren porque así es la vida de los tontos genéricos. Es necesario que los que se creen felices, los que suponen que disfrutan de sus trabajos y se imaginan, además, creadores de sus destinos, sean del todo anulados, sus logros desestimados, criticados al extremo de la manera más destructiva y, si es posible, se debe –si se quiere por comparación– sentirse al menos útil, augurarles por todos los medios posibles el fracaso.

Este es el pensamiento típico del “pequeño”, que no por pequeño debe desestimarse, pues eventualmente disfrutan de un único y pernicioso éxito, el de la destrucción.

Y basta echar un vistazo al planeta hoy para darse cuenta de que son los pequeños los que triunfan.

Hay quienes hacen y quienes se sientan a hablar sobre lo que otros hacen.
Hay quienes fomentan un cambio y quienes se resisten a evolucionar. Hay quienes entretienen y divierten y quienes amargan y joden. Hay hombres y mujeres que buscan una vida mejor, más asertiva, feliz. Los hay, desde luego, que se regocijan en su infortunio, que se retroalimentan con sus pequeñas desgracias cotidianas y se hunden cada día más en cuentas por pagar y deberes agobiantes. Hay quienes florecen y triunfan, y los hay que se evaden de su falta de talento invirtiendo todas sus energías en anular el triunfo ajeno.

¿Cómo podemos celebrar el éxito de otro si nos sentimos fracasados? ¿Cómo podemos hacernos eco de la dicha de nuestros amigos si estamos tan desgraciados? ¿Cómo felicitar a la pareja feliz si la nuestra es un desastre o si ni siquiera existe? ¿Cómo hacer algo si no nos movemos en ningún sentido? ¿Cómo cambiar si nos aterra la evolución? ¿Cómo lograr algo de lo que deseamos si no nos damos cuenta de cuán lejos estamos de ése que soñamos ser?

Es probable que esto suene a reflexión existencial, y tal vez lo sea, póngale que me dio por ahí.

En todo caso, hoy sencillamente quiero preguntarle: ¿Es usted de los grandes o está sentado sobre sus miserias fomentando la destrucción?

05 julio, 2007

El 80% restante

Una vez mas concuerdo con lo escrito por mi catire bello, lo importante es no darle eco a las personas que van como anima en pena, quejandose, lamentandose y llenando de malas vibraciones su entorno, indentificarlas si, para no permitir que su mala vibra afecto nuestro ser. Comparto con ustedes el siguiente texto:


Sexo Sentido

El 20%


No suelo dejarme guiar por estadísticas. Incluso muchas veces, cuando escucho que tal porcentaje de gente hace esto o lo otro, tiendo naturalmente a ubicarme en el grupo contrario, en la minoría, por así decirlo. Otras veces, llámenme rebelde o necio, opto por desestimar el dato y creer lo contrario.

Sin embargo, recientemente di con una de estas estadísticas que me sacudió: el 20% de todos los habitantes del planeta se opone de modo violento o destructivo a todo lo que implique evolución, construcción, éxito y paz.

Hubiera podido desestimar el estudio como tantas otras veces, pero esto me sonó a una verdad bíblica, pues me he topado, como usted, mil veces con el grupo en cuestión, aunque me resultó un alivio saber que se trata sólo de un minúsculo 20%. Pero no debe subestimarse, continuaba el análisis, ya que basta sólo con echar un vistazo alrededor, al país, al mundo, para comprobar que aún siendo los menos, aún detrás del cobarde seudónimo o la fachada amorosa, gritan muy duro y suelen ser enormemente perniciosos.

Más de acuerdo, imposible.

¿Qué hacer entonces? Me pregunté, como lo estará haciendo usted en este momento, ¿continuamos como si nada, los escuchamos en sus algarabías como oír llover, o nos enfrascamos en una agotadora disputa bizantina para comprobar quién tiene la razón? No me suena esto, para nada.

¿Y entonces qué? Decía el estudio que lo importante no era en lo absoluto entablar con estos especímenes discusión alguna, pues no se puede razonar con quien no aplica la razón y el sentido común. Imprescindible, no obstante, era identificarlos para neutralizar el efecto que sobre usted, sobre su evolución y su felicidad, puedan tener.

El nefasto 20% puede estar muy cerca, pueden incluso ser su madre, su pareja, su jefe, es más, si usted se siente profundamente infeliz y deprimida, muy probablemente lo sean. Sólo tiene que observar a estas personas y su entorno. Normalmente están rodeados de gente enferma o inútil, son incapaces de reconocer sus errores y suelen culpar al mundo de sus desgracias. Podemos entonces precisarlos y neutralizar el efecto que sobre nosotros tengan.

Pero lo más importante no es etiquetar a estos individuos, lo necesario es identificar claramente al 80% restante, el grupo de personas como la que puede usted relacionarse si desea construir una vida, mantener el entusiasmo y ser feliz.

Tendrá en ellos la ocasión de toparse con el amor verdadero, con las amistades imperecederas, con ese lado del mundo que apuesta en serio a la supervivencia.

Ahora, si prefiere quedarse en su tragedia, si le gusta el drama, si opta por resolver sus problemas tomándose una pastilla, si ya el patrón de amantes disfuncionales que atrae a su vida le resulta cómodo y no tiene interés en cambiarlo, si esto que le estoy contando le parece una idiotez, no se preocupe por nada. No se violente, por favor. Tiene usted toda la razón. Esto, para los que están inmersos en el 20%, no es más que un disparate.

LUIS FERNÁNDEZ luis@luisfernandez.net

Gracias a Dios existe ese 80% restante, de paz y éxito, de luz y esperanza, a los del 20% nefasto les digo como canta el sonero del mundo Oscar de León (que se presenta hoy en Milan) "Sigue tu camino nama"

03 abril, 2007

Sexo en porcentajes...

Complaciendo a mis amigos blogueros jenny y tri, el articulo de mi catire favorito de esta semana:


Sexo Sentido
Sexo estadístico


De una muestra de 500 mujeres:

  • De tenerlo, 54% preferiría un pene enorme y precoz que uno diminuto y diligente.

- "Noooo, grande ande o no ande".Marisa Román, actriz "

- Ay, no, pequeñito y diligente... pero ¿gruesito puede ser?" Maribel Zambrano, actriz

erótica

-"El hombre suele ser peor amante que la mujer. Tendrían que descubrir las

bondades de la próstata, allí te lo dejo..." Boris Izaguirre

  • 52% escogería a un hombre extremadamente guapo y buena cama por encima de uno sensible y buen amigo, pero mediocre como amante.

- "Si es un buen amigo sabrá esperar a que me aburra del primero para que entablemos después una excelente relación" María Conchita Alonso

- "Lo primero ya lo tuve y lo doy por visto, me quedo con el amigo" Michelle Badillo, animadora de TV

  • En conclusión, a este respecto, más de la mitad de ellas no son tan distintas a nosotros como pensábamos. Al parecer, perseguimos lo mismo, aunque desde puntos de partida diferentes y con excusas opuestas.
  • Sólo 12% confesó estar interesadas en algún tipo de pornografía, aunque 72% afirma ser capaz de recurrir a métodos alternativos para mantener o reavivar la llama de la pasión con su pareja.

-"No me explico cómo es eso de que tocan la puerta y de inmediato ya están en eso, me falta siempre algo de historia en el medio" Mónica Pasqualotto, actriz y animadora

-"No me molesta verlas, pero necesitaría quedarme hasta el final, no sé, será para ver si después de aquello el tipo le pide matrimonio o algo" Anónima

  • 82% se ha guardado al menos varios meses o consideraría seriamente la opción de cerrar temporalmente la santamaría entre una relación fallida y el próximo enamoramiento.

-"Tú sabes muy bien que mi última ruptura fue traumática. Es natural que lleve un año y tres meses sin nada de nada" Mirela Mendoza, actriz

  • Más de 70% se privaría de hacer cosas que desea pero que no son moralmente aceptadas, o estaría preocupada por mantener una buena reputación.

-"Por favor, no me vayas a preguntar sobre mi vida privada" Carla Angola, narradora de noticias de Globovisión

-"No, lo siento, no te voy a responder porque la que está aquí es la sexóloga, no la mujer" Isbelia Segnini, sexóloga

  • 46% perdonarían una infidelidad.

-"No entiendo por qué me dejó si tengo una capacidad impresionante para hacerme la pendeja" Mirtha Pérez, cantante y actriz

  • 7% sería infiel, aunque principalmente por venganza.
  • Sólo 6% sería realmente capaz de ir a trabajar sin maquillaje y sin mirarse en un espejo antes de salir de casa.

-"Yo, como dice Carolina Herrera, nunca seré sorprendida sin maquillaje.Llevo a mis hijos al parque siempre con rimel y tacones, porque con zapatos de goma me veo demasiado pequeña" Carla Tofano, periodista y personalidad de TV

-"Durante una remodelación de mi apartamento hubo un escape de gas en mi baño mientras me duchaba y estuve a punto de perder la conciencia. Por fortuna no me desmayé del todo, ¿te imaginas?, qué desgracia, los obreros me hubieran visto sin maquillaje" Catherine Correia, actriz y diseñadora de moda

  • Curiosamente, de 500 mujeres sólo dos de ellas (0,4%) han expresado que no desean ser raptadas por ningún hombre porque les produce angustia ser privadas de su libertad. Las 498 mujeres restantes desean, fantasean o consideran, aunque sea en juego, la posibilidad de ser secuestradas con fines eróticos por un hombre con algún tipo de poder.
  • Prácticamente todas han coincidido en que lo que hace sexy a un hombre es que éste sea exitoso en lo que hace y que no sienta la necesidad de demostrárselo a nadie.

LUIS FERNÁNDEZ luis@luisfernandez.net

25 marzo, 2007

Mi catire favorito

Desde los tiempos de "El paseo de la gracia de Dios" y "Cruz de nadie", telenovelas venezolanas de la década de los 90, me encanta Luiz Fernández, actor, director, locutor y escritor venezolano. Este catire no es el típico muñequito de torta, pero tiene un aire de misterio, una mirada de zángano, un no se que que llama mi atención.

Desde que vivo al otro lado del charco, no he podido seguir sus novelas, películas, libros y obras de teatro :(, me conformo con leer su artículo Sexo sentido, cada semana en la revista EME del diario venezolano El nacional. A través de este, he descubierto una parte de mi actor venezolano favorito que no conocía, esa manera de ver el mundo que nos rodea, sin moralismos e hipocresia, ironizando de los mil y un rollos del universo femenino, y del diametralmente opuesto mundo masculino; una actitud para algunos incomoda, para este Sol, una clonación de mis pensamientos.

Al leer el artículo de esta semana, no pude resistir la tentación de compartirlo con ustedes, aquí lo tienen:

Sexo Sentido

Ser feliz no es normal

Según Deepak Chopra, la felicidad es como un cuarto de la casa, por el que pasamos de vez en cuando, pero en el cual no podemos vivir perennemente. Esta es la definición más simple y acertada que he encontrado de la felicidad. Y es que, en cuanto a ella, lo más difícil no resulta obtenerla, sino definirla. De allí que se nos vuelva tan elusiva, pues es imposible conseguir algo que no sabemos lo que es. Escuchando, como me es habitual, a las mujeres, he notado a lo largo de los años que van por la vida buscando. Eso es típico, lo que yo llamo el gerundio femenino, y ya lo he escrito y comentado hasta el cansancio. El no tener claro lo que busca convierte a la actividad en el sentido mismo de la vida como mujer y no en el mecanismo para encontrar algo. Por ese camino, una mujer promedio compra millones de revistas que ofrezcan los 10 tips para conseguir esto o aquello, saltan de pocacosa en pocacosa, sufren, crecen, se reproducen y se tornan heroínas de profesión. Esto también lo hemos hablado. Pero traigo el tema nuevamente a colación, porque esa avidez de mis amigas porque alguien les dé una fórmula, lo que no es más que el anhelo de que aparezca alguien capaz de definirles lo que ellas realmente desean a modo de poder asertivamente buscarlo y eventualmente obtenerlo, recientemente, como hombre, no me resulta tan ajena. ¿Por qué? Volvamos, pues, a la felicidad. Aquí, hombres y mujeres pisamos tierra común. Ellas han disfrazado su comportamiento errático con polvos traslúcidos, nosotros con polvos de cualquier tipo. Lo que varía de unos a otras es el elemento exterior con el que nos gratificamos para evadirnos del hecho de estar tan perdidos en nuestro afán por hallar “el camino”. Ellas, por ejemplo, se llenan de adrenalina ante las rebajas de faldas Prada, nosotros ante las faldas Prada que podemos levantar, y así, lo de siempre, lo que ya también sabemos. Pero dónde, nos preguntamos ahora hombres y mujeres por igual, está la clave de la felicidad, Cuáles son los 10 tips a seguir, Quién, por el amor de Dios, nos puede dar la fórmula, Por qué, si parecía que por fin estábamos encaminados después de tantos libros de autoayuda y tanto error doloroso, sucede algo que nos derrumba el frágil parapeto de hombres o mujeres felices. Supongo que la respuesta yace en nuestras propias definiciones de felicidad. Estamos tan equivocados al describirla e imaginarla que nos la ponemos cada vez más lejos. Ser feliz no puede estar sustentado en el logro de una meta, si obtengo un aumento, si me pide matrimonio, si tengo un hijo, si consigo un hombre bueno que me quiera, si me cojo a Angelina Jolie, si me gano el Oscar... Nada de esto, una vez logrado, nos garantiza la felicidad. Sin embargo, si la meta nos la ponemos tan imposible estadísticamente como el ganarnos la lotería, tendremos lo que más nos gusta, lo que realmente estamos entrenados para disfrutar: la justificación constante de nuestra miseria. Regodeémonos ahora en ellas, comparémoslas con las de los demás, y ya que no podemos ser felices, leamos Chepa Candela para llenarnos cada vez más de mierda y diluir en ella la mierda que sentimos ser. Acabemos de una vez con el planeta, que para eso sí tenemos talento. Sería lógico, sería sensato pensar, como Chopra, que la felicidad no es una cosa que está allá afuera y que una fórmula mágica, alguien o algo nos va a traer, sino un cuarto de esta misma casa que habitamos. Sí, si escucháramos a nuestro sentido común, cosa por demás aterradora en su simpleza, no tendríamos otra alternativa que aceptar que lo que tan ansiosamente buscamos está detrás de esa puerta que no tenemos los cojones de abrir...


L U I S F E R N Á N D E Z
luis@luisfernandez.net